Creada entre 1503 y 1519, la Mona Lisa —también llamada La Gioconda— es una de las obras más famosas del pintor italiano Leonardo da Vinci. En ella se ocultan diversos enigmas, entre ellos su célebre sonrisa. El cuadro se exhibe en el Museo del Louvre, en París, aunque por unos años estuvo en posesión de un ladrón que buscaba repatriarla.
1. Robo
Por más de dos años estuvo desaparecida, entre 1911 y 1913. El autor del hurto fue Vincenzo Peruggia, quien se aprovechó que había poca seguridad en el museo donde él trabajaba. Según expertos, este robo le dio al cuadro el poder mediático que ahora posee.
2. Rostro
El científico francés Pascal Cotte afirmó en 2015 que debajo de la pintura de la Mona Lisa se esconde un rostro que está mirando hacia un lado. Si esto se confirma, han dicho expertos, se tendría que cambiar el nombre de la obra.
3. Gioconda
La modelo de Da Vinci fue Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo. Por ello se conoce a la pintura como La Gioconda. La palabra italiana “gioconda” se traduce a “jubiloso” o “alegre”. A la vez, se le dice Mona Lisa por su nombre de pila. “Mona” significa “señora” en el italiano antiguo.
4. Obsesión
Según el periódico ABC, en 1981 hubo un empresario llamado León Mekusa que dejó todo para trabajar como vigilante del Museo del Louvre solo para estar cerca del cuadro.
5. Baño
Da Vinci retocó el cuadro hasta su muerte, en 1519. Después de esto, el rey de Francia, Francisco I, la adquirió y la colgó en su cuarto de baño del Palacio de Fontainebleau. Según especialistas, esto deterioró los tonos más vivos del cuadro.
6. Ataques
Además del robo de 1911, esta obra de arte ha sufrido “atentados”. En 1956 un hombre le lanzó una piedra que dañó parte de la pintura. Asimismo, una mujer le lanzó pintura roja cuando fue expuesta en el Museo Nacional de Tokio, alegando que lo hizo como protesta porque no dejaron entrar a personas con discapacidad.
7. Gemela
En 2012 un organismo conocido como Mona Lisa Foundation en Suiza presentó una obra que parecería ser una pintura hecha diez años antes que la Mona Lisa. Sin embargo, no se ha comprobado la autenticidad de la obra.
8. Pequeña
Muchos de los turistas que ven por primera vez esta pintura se sorprenden al ver que es más pequeña de lo que piensan. Mide 77 centímetros de alto y 53 centímetros de ancho. En comparación con los cuatro metros de ancho por 8.8 metros de alto que mide La Última Cena, también de Da Vinci.
9. Cejas
Según afirmó el investigador Pascal Cotte a El Confidencial, Da Vinci sí pintó a la Mona Lisa con cejas y pestañas, pero estas fueron borradas durante los procesos de restauración. Cotte afirma que pasó más de tres mil horas analizando la obra para descubrirlo.
10. Cerebro
La sonrisa de la Gioconda no tiene mucho de ambigua, como muchos afirman. Según la neurocientífica de Harvard, Margaret Livingstone, lo que cambia es la forma en que la vemos, pues “el sistema visual humano está diseñado para cambiar según la dirección y según cómo nuestro cerebro procese esa información”.
